Recibidos por los propietarios Damián Escobar y su hija Pilar, y el enólogo Marcelo Onofri, recorrimos la finca, los viñedos y la bodega en construcción de este reciente emprendimiento en el Valle de Ullum.
El Valle de Ullum es uno de los Oasis productivos tradicionales de San Juan, y forma parte de la mayor extensión de viñedos junto a los Valles de Tulum y Zonda. Los otros Valles productivos para la viticultura son Calingasta y Pedernal, sitios donde 907 Wines también ha adquirido fincas y donde por ahora compran uvas para sus vinos Efecto Mariposa.
| Marcelo Onofri y Damián Escobar |
Esta finca está localizada en el punto más alto del valle, siendo el viñedo de uvas para vinificar plantado a mayor altura en el pedemonte de Ullúm, un lugar con características particulares, que cuenta con un terreno muy pedregoso. Está plantada no solamente con uva para vinos, sino también con uva de mesa y para pasas.
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Cabe destacar que el 90% de la uva para consumo en fresco se produce en San Juan y en la zona hay bastante, aunque debido a la merma en su rentabilidad la superficie de éstas viene cayendo.
Es una zona de maduración temprana, porque es un valle muy resguardado y sano, que permite obtener uvas ya desde diciembre. El Parral de uva de mesa es muy alto porque la uva debe estar bien separada para que tenga buena sanidad y los granos luzcan impecables.
| Parral de uva de mesa |
Damián Escobar, dueño de esta finca donde producen los vinos, nos contó que tienen dos etiquetas: 907 mnsm, número que representa la altura en que se encuentra la finca por sobre el nivel del mar y Efecto Mariposa, nombre adoptado por la teoría del caos, que dice que una pequeña perturbación puede generar un gran cambio en una situación futura, Y eso sucede con los vinos, porque ante una misma situación inicial con uvas plantadas en una misma parcela, hay factores que no se pueden controlar, pequeñas perturbaciones, que dan distintos resultados.
Como dijimos, la enología está cargo de Marcelo Onofri quien es también el enólogo en la Bodega Merced del Estero y produce sus propios vinos con la marca Violinista.
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Como en muchos otros viñedos de San Juan hay parrales, para proteger con sombra los racimos, pero han probado también con espalderas, y en la finca es notable ver como a estos últimos le cuesta más crecer a las vides, que fueron plantadas hace dos años.
Tienen en este sitio 50 ha para uva de mesa y 12 ha para vinificar. El Malbec y el Chardonnay se encuentran plantados en parral. La finca y los viñedos están por completo rodeados por vegetación nativa y en la zona llueve dos o tres veces al año tan sólo 70 mm, por lo que todo el riego se realiza por goteo.
El lugar se encuentra a pocos kilómetros de San Juan Capital, por lo que cuando se termine la construcción de la nueva bodega, bajo diseño y dirección de Pilar, que es arquitecta y se encarga también del diseño de las etiquetas, seguramente va a ser una gran opción para el enoturismo.
| Arquitecta Pilar Escobar |
El edificio se destaca por el contraste entre el metal, hormigón y las piedras que son aplicadas para la decoración con una técnica copiada de la que usaban los incas, que obliga a buscarlas con las formas necesarias para evitar el corte de las mismas al colocarlas. La idea la tomaron de una posta inca ubicada a 6 kilómetros, donde los incas explotaban una mina de oro cercana. Por ahora, los vinos se elaboran en Bodega Casa Montes.
Este es un proyecto que busca potenciar las características únicas que presenta este Valle de Ullúm, y posicionarlo en el mercado nacional e internacional.
En el mismo marco de la finca y acompañados de unos quesos locales, pan y sopaipillas, nueces y pasas de uva producidas en la misma finca, pasamos a degustar varios de los vinos de la bodega.
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Sin paso por madera, de aromas potentes, frescos y frutados; pero me gustó mucho más en boca, donde es equilibrado entre una apenas perceptible dulzura y su acidez.
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Es un Chardonnay Reserva de altura, con paso por madera que, sorprendentemente, amaina los aromas y se lo encuentra más fino y elegante. Ciento por ciento fermentado en barrica, pasa tres meses con las borras. Uno de los blancos destacados de este recorrido por San Juan en el que, en cuatro días, probamos más de 160 vinos.
Al probar estos vinos el enólogo Marcelo Onofri explica que los viñedos tienen mucha pendiente, por lo que drena rápido lo poco que llueve, pero hay que trabajar mucho por el calor. «Son de las primeras uvas que se cosechan en el país, alrededor del 5 o 6 de enero, porque el grado de alcohol sube rápido y fuerte. Hay que estar muy encima en la cosecha para que no se pase y lograr acidez y volumen de boca equilibrados. San Juan da vinos sedosos y untuosos».
Segunda cosecha de este vino, en el cual se busca equilibrar alcohol y concentración, realizando dos momentos distintos de cosecha separados 15 días. En la primera se logra más frescura y acidez. Tiene nariz especiada y en boca se presenta fresco y con mucha fruta.
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Uva comprada en Pedernal a la Finca El Acequión. Se cosecha a fines de marzo o principios de abril. Sin paso por madera y con guarda de casi un año en tanque. En boca aparece más mineralidad.
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Con madera de primer uso. Como sucedió con el Chardonnay, aparece más fresco luego del uso de la madera.
Blend de uvas blancas Torrontés, Pedro Giménez y Ugni Blanc, elaborado cosechando al mismo tiempo que para un vino blanco seco (no es un cosecha tardía) y cortando la fermentación con frío y una filtración tangencial. «Es un vino tecnológico y difícil de hacer», detalla Onofri.
Para el cierre del encuentro Damian nos contó que su familia materna son de larga tradición en la provincia, su bisabuelo fue dueño de la estancia que abarcaba todo el Pedernal, mientras que su madre es generación número 27 en San Juan, descendiente del matrimonio entre el capitán español Mallea y una princesa indígena angaco.
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Escobar no se queda quieto, posee unas 200 ha en Barreal (Calingasta), donde esta por plantar 2 o 3 ha de Malbec, alguna Criolla y alguna blanca (Sauvignon Blanc o Chardonnay). En Pedernal tienen 12 ha y están por plantar entre 2 a 4 ha con Malbec, Cabernet Franc y algunas blancas (dependiendo de las variedades en pie franco que encuentren disponibles en los viveros). El proyecto, que tiene un horizonte a 20 o 30 años y van llevando de a poco, se completa con plantar algo en Iglesias donde tienen en vista dos o tres fincas para adquirir.
Y lo resume de esta manera: «Buscamos poder desarrollar a largo plazo a Ullúm y ponerlo en un lugar dentro de la enología del país. Vamos avanzando lento, o muy rápido, según como se lo mire. Lento porque cada muestra de vino lleva unos años y rápido porque en pocos años estamos teniendo resultados que nos entusiasman muchísimo».
El lugar elegido en Ullúm, pese al poco tiempo que lleva desde su plantación, muestra un gran potencial y los vinos están más que bien, la verdad que me sorprendieron positivamente. La prolija elaboración que lleva adelante Onofri está logrando expresiones destacadas en los vinos de este lugar nuevo dentro del Valle de Ullúm.
Las profundas raíces sanjuaninas de esta familia se expresan en todo el proyecto, en el cual se nota la voluntad de contribuir a hacer que los vinos de San Juan logren una posición más relevante en la alta gama.
Fuente: https://angelyvino.blogspot.com/2023/06/vinos-en-el-pedemonte-de-ullum-907-wines.html
Aberastain 470 Sur
San Juan, Argentina
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